Reflexionar ante la naturaleza,
asombrarse con tanto secreto que comparte,
disfrutar de sus luces y sus sombras.
Destellos infinitos que nuestra conciencia guarda,
para algun día,
gracias a esa mirada,
encontrar la caricia necesaria y fortalecerse uno
para continuar gozando de la vida;
y en mi caso, aparecer en un lienzo
provocando emociones en cada pincelada.
Y es allí donde existo, entre bruma, lluvia o sol intenso
reflejado en algunas ramas, o en lo movimientos
del agua que atraen a las estrellas.
Los paisajes son parte de mí,
yo soy lo que he visto.